Los ensayos de estabilidad inciden en aquellos puntos donde el mueble puede resultar inestable: asiento, respaldo y brazos, etc., comprobando su estabilidad mediante la aplicación de energías o momentos que simulan el vuelco del mueble. Son ejemplo de este tipo de ensayos los de estabilidad frente al vuelco frontal, lateral o trasero.

Para comprobar la estabilidad de las mesas, las pruebas se centran en la superficie principal y en los elementos extensibles que pudiesen incorporar para aumentar su superficie, asegurando la estabilidad en condiciones de uso “normales”. Ejemplos de ello encontramos en los ensayos de estabilidad bajo fuerza vertical, vertical y horizontal y los de estabilidad para mesas con parasol.

Si hablamos del mueble contenedor -armarios, cómodas, mueble de cocina y baño, etc.- los ensayos de estabilidad están dirigidos a sus elementos móviles. El objetivo es asegurar el mueble frente a situaciones tales como apoyarse en una puerta o cajón, coger algo en un estante elevado, etc.

Mención aparte merece el mobiliario infantil y juvenil: cunas, tronas, cambiadores, literas, etc. Los ensayos de estabilidad aquí cobran una relevancia lógica por el tipo de público que lo va a usar, puesto que aseguran la resistencia al vuelco del modelo completo. Tras la aplicación de las fuerzas y momentos de este tipo de pruebas, no debe observarse vuelco del producto en ninguna posición ni situación para obtener el Símbolo Calidad.